Orquídeas: Belleza salvaje

60 tipos distintos de orquídeas silvestres crecen en las Baleares.

Esas hermosas mallorquinas salvajes adornan las Baleares con sus 60 variantes silvestres. Su abanico de colores abarca desde el rosa pálido, pasando por el blanco, violeta, violeta azulado hasta el pardo rojizo o ambarino. Las hay monocromas, de varios colores o en versión marmórea. Todas ellas son especies protegidas, es decir que merecen una especial atención, estando, en consecuencia, absolutamente prohibido cortarlas o arrancarlas con raíces.

Las orquídeas crecen en todos los lugares, en el campo, en zonas rurales, en los pastos, los sotos y humedales, en las florestas de coníferas y encinas, al igual que en las veras de los caminos y al pie de los muros de piedra. Brotan tanto en el Parque Natural de Mondragó en el municipio de Santanyí, como en S'Albufera de Alcúdia o en el Parque Natural de la isla de Cabrera y, especialmente, en la sierra de Tramuntana, proliferando las variedades conforme nos alejamos de las llanuras del "pla".

Una de las especies más comunes es la orquídea piramidal (Anacamptis piramidalis), "Barreret" en catalán. Crece en garrigas y pinares; alcanza unos 40 cm; florece en los meses de mayo y junio, siendo su inflorecencia cónica, llena de flores purpurinas o blanquecinas, que destacan entre los arbustos y matojos de las garrigas.

La llamada "Espejo de Venus" (Ophrys speculum) "Mosques blaves o Sabatetes del Bon Jesús", en mallorquín, florece en invierno y primavera, llamando la atención su mancha azul brillante en forma de corazón, con una orla pubescente de color pardo y sépalos rosados. Colores con los que se adorna asimismo la Ophyris balearica o, "Borinot", la única orquídea endémica en todo el Archipiélago.

Por cierto que esta especie se vale de unos métodos un tanto peculiares para atraer a los insectos: Mimetiza sus flores imitando forma y color de las hembras, para así atraer a los machos con falsas promesas. De este modo aseguran la polinización de los pistilos, eso sí, a costa de los enardecidos machos, que se quedan con dos palmos de ... narices.

Una de las mayores orquídeas silvestres en Europa es la llamada "Flor de Barlia" o "Barlia robertiana" (Himantoglossum robertianum), en honor al botánico francés Joseph Barla. Con sus hasta 80 cm de altura es fácil de reconocer, engalanando las veras de los caminos; especialmente en los meses de floración: febrero y marzo.

Aunque a la "Barlia" poco tiene que envidiarle la "Curraià" (Cephalanthera damasonium)con sus flores de color blanco cremoso. Esta variedad de nombre tan curioso llega alcanzar los 60 cm. Crece en los bosques de encinas y en lugares umbríos de la Sierra de Tramuntana. Florece en mayo y junio.

Lo cierto es que las orquídeas, esas enigmáticas y sugestivas bellezas, crecen en toda el área mediterránea y las encontramos no solo en Mallorca, Menorca, Ibiza y Formentera, sino también en las islas de Creta y Cerdeña así como en la península italiana.

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