Si buscas una Finca con un verdadero sentimiento mallorquín, la has encontrado. Su quietud de piedra natural entre olivos y almendros te traen de vuelta al campo y al espacio, a la paz y a la tranquilidad. Tiene una preciosa terraza de orientación sur-oeste con el lujo de su llamativa piscina y bordeado de piedra en un jardín de 1000 metros de muy buen cuidado. Su entrada baldosada de piedra de Santanyi te acerca al porche y a la entrada de una puerta de 300 años de madera de Olivo. La casa es de piedra tanto fuera como dentro y diseñada con tejas mallorquinas de bóveda entre vigas de preciosa madera natural. La cocina blanca estilo Americano con características rústicas y naturales tanto en el lavadero como en las tejas tiene una chimenea de fuego natural y da salida tanto al jardín como al comedor principal. La propiedad tiene una licencia vacacional transferible en su compra sin caducidad. Palma y el aeropuerto, y las playas y el Club Náutico se encuentran entre 15 min y media hora de trayecto.