En esta preciosa villa puede disfrutar de la tranquilidad de saber que sus hijos juegan sin peligro, mientras usted se relaja tumbado en la piscina, con unas vistas sin parangón al puerto y mar mediterráneo. El exterior es perfecto para que su tiempo lo viva con los suyos y no para que pase el tiempo manteniendo el jardín, puesto que tan solo unas pinceladas de verde decoran la amplia parcela. Piscina privada, parking propio, calefacción, aire acondicionado y una casa de invitados son muchos de los extras que acaban de convertir a esta villa en el lugar perfecto para descansar.