En un entorno sereno y rodeado de naturaleza, esta encantadora finca mallorquina ofrece un refugio donde el campo y la comodidad se encuentran en perfecta armonía. Con un amplio terreno que abraza la vivienda y un porche que invita a vivir despacio, la casa se convierte en un remanso de paz para quienes desean disfrutar de la esencia de Mallorca muy cerca del pueblo.
En el interior, la luz entra generosa a través de grandes ventanales que iluminan el salón-comedor, un espacio cálido con vigas vistas, chimenea y aire acondicionado que acompaña cada estación. La cocina, práctica y acogedora, facilita el día a día con total comodidad. Los dormitorios dobles permiten un descanso pleno y los baños interiores, complementados por un baño exterior adicional, ofrecen funcionalidad tanto dentro como fuera de la vivienda.
El exterior es un pequeño universo mediterráneo: un amplio porche cubierto donde compartir sobremesas y lecturas tranquilas, un jardín que rodea la finca y una barbacoa de obra que invita a disfrutar del buen tiempo. El acceso y la vida en la finca se simplifican gracias al espacio para aparcar cómodamente dentro del propio terreno.
La propiedad se destina a estancias de larga duración y requiere estabilidad económica y solvencia demostrable, sin posibilidad de alquiler por meses ni por temporada. Un hogar pensado para quienes buscan calma, amplitud y la belleza natural de Port de Pollença.
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