Imagina una Mallorca sin playas, sin un hotel en kilómetros a la redonda, sin coches ni taxis para emprender tu camino. Es difícil ¿no crees?. Pero la vida ha sido así en este lugar hasta no hace mucho tiempo. De hecho ¿por qué no lo comprobáis por vosotros mismos?

Cercano a los pueblos de Sant Joan y Villafranca se encuentra este término municipal conocido como "Els Calerers". Es Calderers Con una historia que data de 1285 , es una de las fincas más impresionantes del plano de Mallorca. Una superficie llana tan bella y lucrativa Para la isla a finales del siglo XX, como lo son sus centros turísticos en el litoral hoy en día. En los comienzos de 1900, el suelo tenía mucho más valor que la arena y Els Calderers era una importante explotación agrícola, que daba trabajo a más de 40 empleados que labraban unas 400 hectáreas de la tierra más rica y fértil de la isla.

Desde entonces la agricultura ha sufrido dramáticamente y los costes de mantenimiento de semejante propiedad son altos, así que sus dueños en la acualidad decidieron abrir al público las puertas de esta casa solariega permitiéndoles aún dirigir 70 hectáreas de cultivo de cereal, 15 hectáreas de almendros y además un viñedo.

“Y en los meses de invierno encendemos las chimeneas para reproducir la misma tmósfera” dice Javier. Els Calderers produce sus propias mermeladas y sobrasadas, que los visitantes pueden degustar mientras pasean por este retazo del pasado, desde las áreas familiares a los alojamientos del personal de servicio, pasando por la bodega repleta de viejas botellas de la producción original del viñedo antes de que fuese atacado por la plaga de Phylloxera en 1902.

El exuberante y fresco patio interior y las terrazas sombrías que rodean la posesión deben haber provisto del más que necesario alivio contra el calor estival en tiempos pretéritos. Los visitantes ahora se pueden relajar allí, disfrutando de un “ Pa amb oli” en el pequeño bar y reflexionar sobre un estilo de vida diferente en Mallorca, ahora perdido para siempre.

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