Esta casa gaviota, esta obra de arte del reconocido arquitecto Alberto Rubio, extiende sus alas en el horizonte e invita a cualquier visitante a despegar rumbo a las cálidadas aguas del mar mediterráneo que descansa a sus pies. La combinación de sus formas sensuales y sugerentes, se reconoce en su distribución en perfecta harmonía con su medio ambiente. El visitante accede a la propiedad por la cola de la gaviota, dejando a los lados las zonas de descanso, en el centro las zonas comunes y acaba su recorrido saliendo por la cabeza o el pico de la gaviota a un grandioso espacio abierto al mar y las costas de nuestra isla, todo ello con una continuidad en sus formas, paredes, techos y terrazas que se entrelazan para hacer de cada espacio, un espacio habitable durante todo el año.