La mejor manera de picar – tapas en Palma

¡Que vienen las tapas! Las tapas viven su apogeo en Mallorca. Cada vez más locales ofrecen esas delicias culinarias en miniatura. Incluso los cocineros de estrella, como el vasco Koldo Royo, se han apuntado a la fiesta.

Lo que empezó siendo un tentempié para aplacar el apetito entre las comidas, ha ido desarrollándose hasta conquistar un merecido lugar en las cartas de los mejores restaurantes. Para muchos, las tapas son una plena alternativa frente al menú habitual de los restaurantes. Saben a gloria, en muchos lugares se pueden pedir a cualquier hora y, en ocasiones, sirven para proteger la economía del pagano, por no hablar de lo agradable que resulta el tapeo. En otras regiones de España, salir de "tapeo" para ir probando un sinfín de pequeñas delicias culinarias, hace tiempo que es un elemento indispensable en el programa de los fines de semana.

"Las tapas están en pleno apogeo", nos dice Eduardo Suárez de la Asociación Mallorquina de Restauradores. Será por ello que entretanto ya se han establecido en Mallorca algunas de las cadenas de la gastronomía como son Lizzeran o Tapelia que cuentan ya con varios establecimientos.

Un poquito de jamón serrano, una croqueta de pollo, un cachito de tortilla ... No hace mucho, con cada bebida te servían a menudo una tapa, gratis. Ahora esta costumbre se ha perdido casi totalmente, al menos en Mallorca.

La historia de las tapas se ha bordado con muchas leyendas. Una de las más frecuentes anécdotas cuenta que el Rey Alfonso XIII fue el inventor de las tapas cuando, en ocasión de un viaje por la provincia de Cádiz, vio como tapaban los chatos con una lonchita de jamón para evitar que se contaminara la bebida con polvo.

Sea como fuere: la idea de preparar el estómago con un par de suculentos bocaditos, sobre todo si se toma alcohol, no está nada mal.

Las recetas varían de una región a otra. Las posibili- dades son infinitas. A menudo la oferta es tan variada que llena metros y metros de vitrinas clima- tizadas en los locales. Encuentras desde verduras rebozadas hasta gambas a la plancha, pasando por anchoas, croquetas, albóndigas, champiñones, sepia a la plancha, ensaladilla rusa o pimientos de Padrón, esos pequeñitos pero, a veces, matones. El mejor consejo: ¡probarlo todo!